La osteopatía pediátrica surge como consecuencia de la aplicación de técnicas osteopáticas dirigidas a los niños, con especial énfasis en los bebés. La pediatría abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia, cubriendo todas las etapas del desarrollo infantil. Por ende, al practicar la osteopatía pediátrica, nos enfocamos en el progreso del niño a lo largo de su trayectoria, incluyendo el embarazo, el parto, el nacimiento, el desarrollo neurológico, la evolución psicomotriz, el desarrollo funcional y estructural (como el sistema digestivo, respiratorio, músculo-esquelético, endocrino, entre otros), los órganos sensoriales, el aprendizaje y el desarrollo de aspectos neurosensoriales.

Beneficios de la Osteopatía Pediátrica

• Eliminar obstáculos que limiten su crecimiento, permitiéndole desarrollar plenamente sus habilidades.

• Impedir que quede atrapado en una rigidez muscular o en un comportamiento repetitivo.

• Prevenir posibles enfermedades como la escoliosis, alteraciones en los miembros inferiores, retraso psicomotor, problemas en el sistema digestivo, entre otros.

Osteopatía Pediátrica (Cólico del Lactante)

El cólico del lactante es una condición que afecta alrededor del 40% de los bebés menores de 4 meses. Este problema suele manifestarse entre la segunda y cuarta semana de vida.

Se caracteriza por un llanto persistente y fuerte, típicamente experimentado durante las tardes y madrugadas. Este llanto se acompaña de contracciones abdominales, flexión de las piernas y enrojecimiento de la piel.

La osteopatía proporciona una solución concluyente con resultados altamente efectivos.

¿Es normal que los bebés lloren?

Es común que todos los bebés recién nacidos experimenten llanto, ya que es su manera de expresar sus necesidades o incomodidades. Este llanto puede deberse a diversas razones, como hambre, sed, frío, calor, molestias causadas por la ropa, necesidad de cambio de pañal, dificultad para conciliar el sueño, gases, molestias intestinales o estomacales, otitis, fiebre, entre otras. Por esta razón, resulta crucial identificar la causa subyacente.

Cuando un bebé llora de manera persistente a diario, sin motivo evidente, y presenta una postura característica de flexión de las piernas hacia el pecho junto con enrojecimiento en la piel, es probable que esté experimentando cólicos del lactante.

Es relevante destacar que no todos los bebés presentarán los mismos síntomas, ya que cada uno puede manifestar el malestar de manera única.

Causas que pueden agudizar los síntomas del cólico del lactante

• En el contexto de la alimentación con biberón, es posible que el bebé experimente alguna forma de intolerancia a la lactosa, lo cual podría intensificar los síntomas de cólicos. En tales situaciones, cambiar la fórmula de leche puede ser beneficioso para reducir los síntomas, considerando la opción de leche hidrolizada en caso de intolerancia.

• En el caso de la lactancia materna, en ocasiones, el bebé puede presentar intolerancia a la proteína de la leche. En estos casos, se aconseja a la madre que elimine los productos lácteos de su dieta, especialmente la leche de vaca, ya que estos componentes pueden pasar al bebé a través de la leche materna durante la alimentación. Aunque la intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche no es la causa directa de los cólicos, puede agravar los síntomas.

• Las tomas demasiado rápidas no son la causa principal de los cólicos, pero podrían intensificar los síntomas al aumentar la presencia de gases intestinales.

• Algunas teorías sugieren que los cólicos se deben al temperamento inquieto del bebé. Sin embargo, esto no es correcto; más bien, el temperamento inquieto del bebé se atribuye a las molestias causadas por los cólicos del lactante. Muchos bebés que muestran un temperamento inquieto experimentan mejoras después de recibir tratamiento.

• Contrariamente a la creencia de que el tiempo lo cura todo, en algunos casos, el intestino puede acostumbrarse a trabajar de manera menos eficiente con el tiempo. Aunque el dolor y los síntomas de los cólicos puedan desaparecer con el tiempo, en estos casos, el paso del tiempo puede empeorar la situación, dando lugar a nuevas afecciones en la etapa adulta.

¿Por qué la leche de vaca puede producir intolerancia en los lactantes?

El bebé procesa de manera completa las proteínas de la leche materna conocidas como caseínas, pero no logra digerir adecuadamente las presentes en la leche de vaca. Estas últimas solo experimentan una digestión parcial debido al efecto neutralizador de la leche sobre la acidez gástrica, la cual es esencial para su descomposición.

La caseína, siendo una sustancia viscosa, si no es absorbida, se adhiere a los folículos linfáticos del intestino y crea una película en el revestimiento estomacal, obstruyendo la absorción de otros nutrientes.

Es relevante destacar que la caseína se emplea como adhesivo en la fabricación de productos como papel y madera. Consideremos entonces el potencial perjudicial que esto podría tener en un bebé lactante.

¿Qué es la inmadurez intestinal?

La falta de desarrollo intestinal se indica cuando el sistema digestivo del bebé aún no ha alcanzado la capacidad necesaria para procesar eficientemente la ingesta alimentaria durante las primeras semanas de lactancia. Los bebés se alimentan según su demanda, lo que significa que pueden requerir alimentación cada dos o tres horas, a veces incluso cada hora. Esta frecuencia constante implica que el intestino está constantemente trabajando en la digestión, sin períodos de descanso a lo largo de las 24 horas del día. Como resultado de este proceso continuo y sin pausas, alrededor de la segunda semana, el intestino puede experimentar un colapso y bloqueo, dando lugar al fenómeno conocido como "cólico del lactante".

¿Cuál es la causa de sufrir cólico?

A lo largo del período de gestación, el feto ha recibido su nutrición mediante el cordón umbilical, lo que implica que su sistema digestivo no ha estado activo.

Después del parto, el recién nacido realiza tomas alimenticias cada una, dos o tres horas, tiempos que corresponden al intervalo necesario para que su sistema digestivo procese el alimento.

En este proceso, el intestino del bebé pasa de estar inactivo a trabajar prácticamente las 24 horas del día. Como resultado, alrededor de las dos semanas de vida, su sistema intestinal puede colapsar y bloquearse, dando origen a lo que se conoce como "cólico del lactante". Este fenómeno no es más que un bloqueo en el sistema intestinal, a veces manifestado como pequeñas obstrucciones intestinales conocidas en osteopatía como adherencias o fijaciones viscerales. Estos bloqueos viscerales pueden desencadenar espasmos intestinales y contracción abdominal, lo que a su vez conlleva la acumulación de gases y/o dificultades para evacuar el vientre (estreñimiento). La regulación del tránsito intestinal es esencial en este contexto, y la osteopatía ofrece una solución efectiva para abordar este problema.

¿Cuántas sesiones necesita mi bebé?

Este método ofrece una solución rápida y permanente; solo se requieren dos sesiones para resolver completamente el problema del "cólico del lactante".

Después de la primera sesión, los efectos son evidentes: el bebé deja de llorar, no experimenta encogimiento de piernas y mejora su calidad de sueño y descanso.

Se observa una mejora del 90% en las primeras 12 a 24 horas después del primer tratamiento, y el segundo tratamiento garantiza la resolución definitiva del problema.

¿En qué consiste el tratamiento?

La terapia se enfoca en restablecer el adecuado funcionamiento peristáltico del intestino de manera fisiológica. Con este enfoque, se busca reactivar su movimiento natural para que pueda recuperarse por sí mismo.

Esta intervención implica un procedimiento manual y cuidadoso, destacando la necesidad de contar con un terapeuta con experiencia específica en osteopatía pediátrica.

¿Los padres pueden estar presentes en el tratamiento?

En ciertos establecimientos, se prohíbe la presencia de los progenitores debido a que en ocasiones experimentan ansiedad y podrían afectar de manera desfavorable al proceso de atención. En nuestra situación, consideramos esencial que los padres permanezcan cercanos al bebé a lo largo de todo el tratamiento. Esto se debe a que resulta crucial que el bebé perciba la cercanía de sus progenitores y que estos interactúen con él, ya sea mediante caricias, palabras, conversaciones u otras formas de contacto. De este modo, el bebé siempre experimentará una sensación de acompañamiento constante.

¿Qué problemas puede causar si no se trata?

Un infante sin recibir atención adecuada puede experimentar dificultades relacionadas con el estreñimiento, el síndrome de intestino irritable y la formación de adherencias viscerales a lo largo de su niñez, adolescencia y vida adulta.

Esto se debe a la desaceleración de su sistema intestinal, lo cual conduce a la formación de adherencias viscerales, dando lugar a las condiciones patológicas mencionadas anteriormente.

Es común tratar a niños de entre 2 y 4 años que sufren de estreñimiento y que tienen antecedentes de cólicos infantiles no tratados.

¿A partir de cuándo es conveniente tratar a un bebé con cólico?

Una consulta frecuente que suele formularse es la siguiente. No representa ningún inconveniente abordar el cuidado de un bebé incluso durante los primeros días de vida. De hecho, el tratamiento resulta más eficaz en los bebés más pequeños, dado que se forman menos adherencias en sus intestinos. Desde el mismo día de su nacimiento, es posible intervenir en el caso de un bebé que presente cólicos; nuestra única acción será estimular su sistema digestivo para mejorar su funcionamiento. Incluso al tratarlos preventivamente antes de la aparición de los primeros síntomas de cólicos, podemos evitar que estos se manifiesten.

¿Cómo interfiere las vacunas del segundo mes en el tratamiento para el cólico?

Por lo general, es común experimentar una reacción adversa en los dos días siguientes a la vacunación, manifestándose con síntomas como fiebre, malestar general y llanto. Se recomienda permitir que estos síntomas transcurran, ya que al estar más sereno se pueden manejar de manera más efectiva, logrando así un resultado más eficaz.

Remedio actual

Cada día, al menos 350,000 recién nacidos llegan al mundo, y aproximadamente el 70% de ellos enfrentará el desafío del "cólico del lactante". Tradicionalmente, se ha considerado normal que los bebés atraviesen este período, con la creencia de que los cólicos desaparecerán de manera espontánea alrededor del cuarto mes.

Ante esta situación, surge la interrogante: ¿Es realmente necesario que los bebés sufran durante todo este tiempo? No podemos pasar por alto el hecho de que los padres también experimentan angustia debido a su impotencia para aliviar la situación. El llanto constante del bebé y la acumulación de fatiga por la pérdida de horas de sueño generan un ambiente tenso para los progenitores.

Para abordar este problema, existe una solución que ofrece resultados en un lapso más breve. La osteopatía se presenta como un enfoque altamente efectivo, logrando la desaparición del 90% de los síntomas con tan solo una sesión de tratamiento. A lo largo de mi experiencia como osteópata, he tratado a numerosos bebés, observando consistentemente mejoras notables en el mismo día del tratamiento. Estos pequeños experimentan un descanso más placentero, duermen mejor y experimentan considerable alivio, reduciendo casi por completo las molestias y el llanto. En los días subsiguientes, la mejoría se consolida, llegando a desaparecer hasta el 90% de los síntomas.

Con dos o tres tratamientos adicionales, podemos resolver completamente el problema, y raramente es necesario un tratamiento adicional. En ocasiones excepcionales, incluso se ha logrado resolver el cólico en una sola sesión de tratamiento.

Plagiocefalia

Es una variante de malformación en el cráneo que impacta actualmente al 12% de los bebés en España. Las razones son diversas y pueden incluir:

• Factores prenatales, como embarazos múltiples, periodos de parto prolongados, presencia de tumores uterinos, macrocefalia y estrechez en la pelvis materna.

• Factores postnatales, vinculados a la tortícolis muscular congénita, mantener una posición de descanso constante en un lado, uso de asientos rígidos y procesos neurológicos.

La falta de tratamiento oportuno puede generar, en una proporción significativa de casos a largo plazo, consecuencias como deformidades permanentes en el cráneo y la cara en la edad adulta, retrasos en el desarrollo psicomotor, estrabismo, trastornos en la oclusión dental, problemas en la articulación temporomandibular (ATM), sin dejar de lado los desafíos psicológicos asociados con la presencia de dichas deformidades.