El Quiromasaje, una práctica que se remonta a los albores de la humanidad, ha dejado huellas en civilizaciones antiguas como China, Egipto, Irán, Asia, la Grecia clásica y el Imperio Romano. En estos lugares, ya se evidencia la existencia de masajes realizados manualmente. El término "Quiromasaje" fue acuñado en España durante la década de 1920 por el Dr. Vicente Ferrándiz, quien, en 1933, fundó la primera Escuela Española de Quiromasaje. El nombre refleja la naturaleza manual de la técnica, que requiere destreza y un profundo conocimiento de la anatomía y fisiología humanas.

El Quiromasaje se constituye como un conjunto de técnicas de masaje aplicadas directamente con las manos, siendo un método eficaz por sí mismo, pero también utilizado como complemento en otras terapias. Comprende fricciones, presiones, percusiones y estiramientos, a menudo acompañados de cremas, aceites o esencias para mejorar la movilidad de las manos sobre la piel.